martes, 23 de diciembre de 2008

El juego de dos.

He visto en el fondo de tus ojos lo irrealizable de nuestro sueño, de los imposibles, de aquellos miedos que siempre nos hacian retroceder asustados. Temerosos del mañana atado a el férreo nudo del pasado. Y heridos nuestros corazones, primero por la flecha luego por la daga, nos retiramos como dos combatientes cobardes sin dar pelea.
El tiempo hechó polvo y frio sobre la llama una vez encendida, los rostros se fueron desdibujando y las caricias... bueno, las caricias nunca llegaron.
Aquel que todo lo cura, que todo lo olvida, tambien concede otras oportunidades para aquellos que el destino pone frente a frente. Esta vez, dejaremos pasar de nuevo la oportunidad con los mismos miedos, las mismas excusas. Sabiendo que asi hacemos lo mejor para todos, pero sabiendo además que también hemos avanzado. Nos empujamos hacia adelante hasta casi tocarnos, a punto de fundirnos en uno solo casi quebramos el cristal de lo irreal y casi... casi nos dimos un beso.
Allá queda nuestro juego loco, olvidado por un rato en un rincón pero esperando... Y nosotros sabemos que nos gusta jugar ese juego.

(A todos los amantes que renunciaron)